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Muchas personas intentan hacer grandes cambios en su vida apuntándose a un gimnasio, haciendo yoga y comiendo sano, pero olvidan que la buena higiene del sueño es casi tan, o más importante, que todos ellos. Dormir bien se ha convertido en algo muy extraño.

El trabajo, la familia, las preocupaciones de todo tipo y color hacen que se nos vaya el tiempo, y cuando hemos acabado todos los quehaceres, vemos que se nos ha hecho muy tarde. Queremos irnos a dormir, pero en vez de hacerlo a una hora sana, como lo sería irse a las 10:00 p.m. u 11:00 p.m., lo hacemos a la 1:00 a.m. Además, al día siguiente tenemos que levantarnos pronto, con lo cual no tenemos garantizado dormir entre 6 y 8 horas, las recomendadas por los expertos.

Irse a dormir tarde y, además, dormir poco, tiene graves repercusiones en nuestra salud, afectando, sobre todo, lo cognitivo y lo físico. No nos podemos concentrar, afectando nuestro rendimiento académico y laboral, además de hacernos más vulnerables a enfermedades y trastornos psicológicos. Todo esto contribuye a que se forme un círculo vicioso: cuanto menos dormimos, menos sanos estamos y, cuanto menos sanos, menos dormimos.

 

Algunos beneficios de dormir bien:

  • Mejora la resistencia física. Los atletas que duermen 10 horas en períodos de competición, como maratones, olimpíadas u otros eventos deportivos, mejoran sus tiempos y su resistencia física.
  • Crea masa muscular. Nuestro cuerpo utiliza la mayor parte de la noche para sanar el daño que se ha causado a las células y los tejidos. Esto hace que se recuperen y endurezcan las fibras musculares puestas a prueba durante la práctica de ejercicios como levantar pesas o “body pump”.
  • Protege la memoria. Dormir sanea las conexiones neuronales. El hipocampo, conocido por ser, básicamente, una especie de almacén de la memoria, se restaura. Gracias a esto nuestra capacidad memorística, tanto a corto como a largo plazo, se ve mejorada. Permite asentar correctamente los recuerdos.
  • Mejora el rendimiento académico, la atención y la concentración. Dormir bien está relacionado con tener mejores notas. Adultos y universitarios que duermen mal tienen un peor rendimiento académico, muy relacionado con un inadecuado funcionamiento del hipocampo durante la noche.

 

 

¡Si es cuestión de rendir, entonces a dormir!